Muchos me han preguntado si merece o no la pena hacer un MBA y me gustaría responder con mi experiencia personal enfocada más bien a gente joven y que venga de una rama técnica, ya que otros casos pueden ser muy diferentes. Lo primero que he de aclarar es que yo siempre tuve una vocación profesional y personal claramente empresarial y de negocio, por lo que ésa sería la primera idea que deberíamos cercionarnos de cumplir, ya que si se quiere seguir por la rama técnica, es un año muy duro como para desaprovecharlo cambiando la dirección.
Por otro lado, es posible que haya emprendido esta opción en una edad algo temprana, ya que suele ser un complemento para gente que aspira a ser director o ya lo es. Bueno a esto me gustaría aclarar que por hacer un MBA (siendo joven) no va a conllevar dirigir nada y son un poco confusos los provechos que se le pueden sacar, aunque me aventuro a intentar detallarlos.
Dejando de lado el evidente aprendizaje de materias muy diversas del mundo de los negocios y la dirección, que me han servido para ver la empresa de otra manera, me centraré en otras más subjetivas. La primera es la madurez que he alcanzado gracias al máster, ya que la capacidad de análisis, trabajo y sacrificio se ha incrementado de forma sustanciosa y lo he notado bastante. En el plano profesional (que seguro interese a muchos) me gustaría destacar que siendo joven y sin experiencia la repercusión no es directa, si no que hay que utilizarlo como herramienta de venta, es decir, hay que venderlo como un complemento personal más que como la formación para un puesto relacionado directamente y ya habrá tiempo de mostrar estas destrezas adquiridas, cuando se empiecen a dirigir equipos.
También es importante la agenda de contactos personales y profesionales con la que sales del máster y que es importante cuidar de cara al futuro. Por último si se está pensando en montar una empresa, entonces sí que puede ser realmente útil ya que se dan todos los recursos necesarios para poder hacerlo bien.
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